Junto a IDL-Reporteros, este icónico periodista de investigación latinoamericano enfrenta el ataque más brutal de su carrera. Es orquestado por grupos ultraderechistas e investigados por el caso Odebrecht. Mientras da una batalla personal contra el cáncer, enfatiza que no va a huir y que no entregará a sus fuentes a la justicia.
Desde que empezó a ejercer el periodismo en la década de los ochenta, Gustavo Gorriti ha recibido ataques, intentos de descrédito e incluso increpaciones de ciudadanos, políticos y grupos violentos. La primera arremetida grande la recibió en 1992, cuando se dedicó a investigar la corrupción que rodeaba a Alberto Fujimori y su asesor de seguridad Vladimiro Montesinos. Desde 1983 realizó una serie de publicaciones que dieron cuenta de las irregularidades cometidas por la mano derecha del entonces presidente Fujimori, lo cual causó su secuestro el 5 de abril de 1992, cuando este dio un golpe de Estado.
En entrevista con CONNECTAS, el experimentado periodista relata cómo vivió estos años de persecución y cómo ha lidiado con ello en sus más de 40 años de trayectoria.
Listen to «Gustavo Gorriti – Persecución en Panamá» on Spreaker.Gorriti afirma que tras su liberación se convirtió en un inempleable en Perú. En ese entonces trabajaba con varios medios como El País de España, pero, precisa, “era claro que mientras yo estuviera ahí, todas esas publicaciones jamás iban a tener acceso a una entrevista ni a nada”. Por eso, se fue primero a Estados Unidos y luego a Panamá, donde trabajó para el diario La Prensa y también fue perseguido políticamente: en 1997 le fue negada su renovación de permiso de trabajo y le pidieron dejar ese país después de investigar al entonces presidente Ernesto Pérez Balladares. Decidió dar la batalla, la medida fue revocada y se quedó hasta 2001.
Listen to «Gustavo Gorriti – El primer gran ataque» on Spreaker.“Allí fue cuando hice el único paréntesis en mi carrera profesional y pedí licencia. Dije que dejaba de ser periodista hasta nuevo aviso y me vine a trabajar en lograr la caída del régimen de Fujimori y la transición a la democracia. Dije que lo iba a hacer hasta que se lograra. Liquidé las cosas y me vine a Perú en 2001”.
Gustavo Gorriti
Este 2024 está enfrentando la situación más compleja de su carrera. En marzo, el fiscal supremo Alcides Chinchay inició una investigación preliminar en su contra por cohecho activo por un supuesto apoyo mediático a los fiscales Rafael Vela y José Domingo Pérez, quienes estuvieron al frente de la investigación del caso Lava Jato. Con ese argumento, el funcionario le pidió entregar los números telefónicos que usó entre el 2016 y el 2021 y anunció que pedirá el levantamiento del secreto de sus comunicaciones en ese período. El objetivo es ir tras las fuentes que usó para investigar los vínculos de políticos peruanos que recibieron dineros de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de ganar multimillonarios contratos.
El pasado 5 de abril, el abogado de Gorriti dirigió al fiscal Chinchay un escrito del periodista en el que señala que no tenía problema para dar el número celular que usó, pero que “por ningún motivo” entregará a sus fuentes. “No ha habido todavía ninguna respuesta del fiscal. Entre otras cosas, por la tormenta de protestas internacionales que se ha dado hasta este momento”, comenta.
A su vez, menciona que su abogado le pidió una aclaración de cargos al fiscal Chinchay. “Usted qué entiende por apoyo mediático. ¿Quizá línea editorial? ¿Quizá periodismo? ¿Opinión? Qué entiende por eso y explique cuál es la ilegalidad de la que habla dentro del esquema acusatorio que está planteando”.
“En IDL-Reporteros hemos dicho con mucha claridad que la frontera está trazada. Jamás vamos a transigir en descubrir nuestras fuentes”.
Gustavo Gorriti
Bajo el asedio de la desinformación
A partir del 2011, Gorriti e IDL-Reporteros (IDL-R), medio que él fundó en 2009, empezaron a desentrañar los sobrecostos en distintos contratos públicos con Odebrecht. De este modo, en el 2014, cuando estalló el caso Lava Jato en Brasil, se interesaron en su cubrimiento, pues conocían de cerca los movimientos de la constructora en Perú.
Posteriormente, cuando se hizo evidente que el entramado de corrupción no se limitaba solo a Brasil y Perú, Gustavo Gorriti y Romina Mella, cofundadora y jefa de redacción de IDL-R y miembro de #CONNECTASHub, crearon la Red de Periodismo de Investigación Estructurado. Con ello, hacían un guiño satírico a la oficina de Operaciones Estructuradas, que fue la división clandestina que dentro de Odebrecht manejaba el dinero de los sobornos y otros pagos ilegales.
La red coordinada por IDL-R desde Perú integró a curtidos periodistas de investigación de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, México, Panamá, Uruguay y Venezuela.
Cada uno de ellos realizó publicaciones relevantes según su contexto. Las investigaciones de IDL-R sirvieron de base para que la justicia peruana abriera procesos contra políticos y llevara a la cárcel, por ejemplo, a los expresidentes Ollanta Humala y Alejandro Toledo. El expresidente Alan García se suicidó cuando lo iban a arrestar por sus vínculos en el caso Lava Jato-Odebrecht.
Gorriti señala que, actualmente, los investigados penalmente en Perú por el caso Lava Jato han tratado de desvirtuar la investigación y buscan cobijarse en los juzgados de Brasil, pues allí un magistrado declaró inválidas las pruebas porque presuntamente no se mantuvo la cadena de custodia. “Ese argumento carece de validez” porque las pruebas también las tienen el gobierno de Suiza y el Departamento de Justicia de Estados Unidos. “No puede afirmarse que haya problema con la cadena de custodia”, puntualiza.
Las investigaciones también involucran a la excandidata presidencial y líder del partido Fuerza Popular Keiko Fujimori, hija del expresidente Alberto Fujimori, acusada de recibir financiación ilegal para sus campañas de 2011 y 2016.
Escuche a Gustavo Gorriti hablando de cómo se gestó la contracampaña en su contra e IDL-R en respuesta a las permanentes investigaciones que adelantaron sobre gente poderosa de diferentes círculos en Perú:
Listen to «Gustavo Gorriti – Bajo el asedio de la desinformación» on Spreaker.En diálogo con CONNECTAS, Romina Mella comenta que desde 2018 estas denuncias han provocado acoso físico y difamación en contra de Gorriti e IDL-R por miembros de movimientos violentos de ultraderecha vinculados con Fuerza Popular, el APRA y Renovación Popular. Varios de sus integrantes han llegado hasta la redacción para tirar basura, amenazar a los periodistas y lanzar bengalas y bolsas de excremento dentro del patio interno, como ocurrió en mayo de 2023, cuando alrededor de 50 personas protagonizaron uno de los ataques más violentos.
Ayachi también participó en el último ataque contra @IDL_R, el 5 de mayo, en el que una turba de más de 50 personas reventó bombardas, lanzó bengalas, y arrojó bolsas de basura al patio de ingreso y estacionamiento del local. https://t.co/Y4P1LYtala
— Romina Mella (@romina_mella) May 24, 2023
El ataque de mayo sucedió después de que el canal CTV Perú publicó un video manipulado de una diligencia binacional de Jorge Barata, exdirectivo de Odebrecht en el Perú, en la que debía responder algunas indagaciones de procuradores peruanos y brasileños. “Manipularon el audio del interrogatorio para decir que tanto Gustavo como el director del diario La República habían tenido un vínculo con la constructora Odebrecht”, señala Mella.
Desde entonces, las represalias en contra de IDL-R han sido sistemáticas y, aunque también se llevan a cabo en las redes sociales, Mella concluye que la mayor masa de desinformación proviene del canal Willax Televisión. Su dueño es Erasmo Wong, perteneciente a movimientos de la ultraderecha y que ha sido investigado por el Ministerio Público por lavado de dinero y crimen organizado.
En febrero del 2024, ese canal empezó la que para IDL-R ha sido la campaña más agresiva en su contra. Ocurrió tras el arresto de Jaime Villanueva, exasesor de la suspendida fiscal general Patricia Benavides, en la denominada Operación Valquiria.
“El 7 de febrero Willax Televisión empezó una nueva campaña de desinformación y tergiversación de los hechos contra nosotros. Jaime Villanueva tiene una doble condición en este proceso: como colaborador eficaz, lo que significa que debe decir la verdad. Y como testigo, en la que puede decir lo que quiera. Como testigo empezó a dar información falsa sobre nosotros. Dice que Gustavo Gorriti controló todas las investigaciones del caso Lava Jato y que fue una especie de fiscal de la Nación en las sombras”, puntualiza Mella.
Agrega que con base en esas declaraciones de Villanueva, inmediatamente Keiko Fujimori dijo: “Yo soy una perseguida política, voy a pedir la nulidad de mi investigación fiscal, porque se ha demostrado que aquí, por los dichos de este señor (Jaime Villanueva), soy una perseguida política”. El próximo 1 de julio comenzará el juicio oral a Fujimori.
Una revisión de los espacios de Willax muestra que las respuestas a los desmentidos de Gorriti son nuevos y abundantes ataques en su contra. Por ejemplo, reporteros y presentadores de noticieros o programas políticos entrevistan a fuentes que señalan que debería estar en la cárcel por varios delitos y explican por qué o anuncian que están revelando su modus operandi cuando trabajó en Panamá. También hay conductores que emiten opiniones en las que sostienen que el periodista de investigación se escuda en su enfermedad para evitar que la prensa lo investigue.
Por la libertad de prensa
Organizaciones como la Relatoría para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Reporteros Sin Fronteras (RSF), el Comité de Protección a Periodistas (CPJ) y otras asociaciones han solicitado suspender de inmediato la investigación en contra de Gorriti y la tildaron de ataque a la libertad de prensa y al derecho de los ciudadanos a ser informados.
“La decisión del fiscal Chinchay es claramente atentatoria contra la libertad de prensa, contra la libertad de expresión. Sobre todo, pone en riesgo algo que es muy grave: la protección de las fuentes; son derechos constitucionales que tenemos todos los periodistas para hacer nuestro trabajo”, señala en diálogo con CONNECTAS, Adriana León, periodista y gerente del programa de Libertad de Prensa del Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS).
A su vez, el director de RSF para América Latina, Artur Romeu, afirma en un comunicado publicado por la organización: “El levantamiento del secreto de sus comunicaciones telefónicas constituye una vulneración de la protección de las fuentes de los periodistas. Esta investigación tiene como objetivo disuadir a los periodistas de que investiguen la corrupción que salpica a la élite política, so pena de verse en el banquillo de los acusados. Motivada por fines políticos, pues apunta también a dos fiscales anticorrupción, esta investigación socava la independencia judicial en un país que se encuentra sumido de lleno en una crisis institucional”.
Sin bajar la guardia
Romina Mella comenta que esta no es la primera vez que les piden revelar sus fuentes. Ocurrió cuando publicaron Los Cuellos Blancos del Puerto, sobre una red de corrupción conformada por jueces, fiscales y empresarios que operaba en el puerto del Callao, en Lima. Un fiscal llegó a la redacción pretendiendo llevarse las fuentes y que le entregaran información del caso. “Después, otro fiscal supremo también nos exigió, bajo apercibimiento de ley, que reveláramos las fuentes periodísticas. Obviamente, no entregamos nada”, subraya.
“Les vamos a hacer frente y les estamos haciendo frente a todos sus ataques”, afirma con contundencia. Así lo han hecho, desde la publicación de su primer trabajo periodístico en 2010: IDL-Reporteros ha respondido con más de un centenar de investigaciones, que, a través de verificación de datos, contrastación de información y publicación de pruebas, han desmentido una a una las versiones falaces con las que han pretendido difamarlos.
IDL-R también ha instaurado varias querellas y denuncias penales por acoso contra sus hostigadores, producto de las cuales el líder del grupo La Resistencia: Dios, Patria y Familia, Juan Muñico, alias Maelo, ha sido condenado dos veces por difamación agravada.
“La extrema derecha está buscando no solamente tener el poder, sino cambiar la narrativa de la historia: busca convertir a los periodistas de investigación y a los fiscales en delincuentes”.
Gustavo Gorriti
La tenacidad del fundador y director de IDL-Reporteros es tanta que, a los 76 años y pese a tener un cáncer, está seguro de que “seguirá luchando”. “A estas alturas de la vida no voy a escapar, sino que voy a enfrentar”, dice con la misma voz firme que señala que no tiene arrepentimiento alguno después de 40 años de luchas continuas.
Listen to «Gustavo Gorriti – Los motores de las luchas» on Spreaker.Sin embargo, si no tuviera que defenderse de los ataques y las difamaciones, estaría practicando más yoga, leyendo libros que no ha podido leer y “volviendo a manejar la moto que anda por ahí embalsamada”, mientras recupera su fuerza física.