Darío Macas Salvatierra es un machaleño de cepa y una de las mayores sorpresas que se dieron en los resultados de las elecciones del pasado 24 de marzo. A sus 34 años, sin experiencia política previa y prácticamente sin partido, Macas resultó el ganador de la alcaldía de Machala superando a la maquinaria de los Falquez padre e hijo que, durante los últimos días de campaña, pisaron el acelerador a fondo al verse rebasados en las encuestas. Hasta Jaime Nebot fue convocado casi al cierre, para intentar revertir la tendencia y el resultado fue inoficioso. Ni el líder socialcristiano pudo frenar la arremetida de Macas, un ingeniero civil contratista de obras públicas y privadas, que no estuvo indefenso en esta campaña. Atrás suyo estaba el socialcristiano José Ugarte Aguilar, dueño de la radio CRO, una de las más sintonizadas en la provincia de El Oro. Fue «Pepe» Ugarte quien le dio la estocada final al alcalde saliente Carlos Falquez Aguilar, para confirmar aquello de que no hay peor cuña que la del mismo palo.
Las relaciones entre Carlos Falquez JR. y Pepe Ugarte nunca fueron buenas. Ugarte, viejo político socialcristiano y ex alcalde de Machala, se opuso a que Falquez Aguilar repita su candidatura a la alcaldía. Una aspirante a ese puesto fue siempre Patricia Henríquez, esposa de Ugarte, quien fue vicealcaldesa en los tiempos de alcalde de Carlos Falquez Batallas, con quien la relación Falquez-Ugarte fluyó bien. Henríquez es actualmente asambleísta de El Oro por el PSC y desde su curul observó la guerra que se desató finalmente en Machala. Ugarte rechazó la candidatura del JR. y apostó por Macas, a quien empezó a promocionar por su sintonizada e influyente radio. Aquello no pudo ser tolerado por el candidato quien, desde la cabina de la radio Superior, lanzó una fuerte diatriba contra Ugarte y su familia, a los que acusó de estar acostumbrados a «chantajear» a las administraciones municipales y él no se dejó. «Yo orino parado», fue una de las desafortunadas expresiones del socialcristiano. Falquez JR. olvidó el detalle de que fue su padre quien lo antecedió en el cargo y se pudo colegir con facilidad que, de acuerdo a sus palabras, Falquez Batallas sí cedió a las presiones a las que hacía referencia.
La respuesta de Pepe Ugarte fue inmediata y contundente: pidió a la Unidad de Análisis Financiero UAFE que investigue el origen de los bienes que actualmente posee Carlos Falquez Aguilar y habló de fincas, haciendas, casas, carros Range Rover de USD 200.000, «los que usa la reina Isabel de Inglaterra», todo eso adquirido a lo largo del tiempo en que el joven político socialcristiano administró la alcaldía de Machala. Los Falquez no supieron responder a estas declaraciones. Quien sí habló fue Darío Macas, quien entrevistado por La Historia, dijo que no tapará nada y pedirá que se hagan las auditorías correspondientes. «Pondré el dedo donde haya que ponerlo, y si sale pus, saldrá pus», indicó.
Macas habló con La Historia, dos semanas antes de las elecciones y ya se sentía ganador. A la entrevista pactada en un restaurante del centro de Machala, llegó atrasado y con evidente agitación: «discúlpame hermano, me estaban siguiendo, tuve que tomar medidas de protección», se justificó. No supo explicar porqué no acudió a la Fiscalía para presentar la denuncia correspondiente, solo dijo que prefería esperar el desarrollo de los hechos. Y ya en la entrevista, intentó ocultar lo evidente: que su campaña competía económicamente casi al mismo nivel que la de Falquez. Dijo que no era cierto, que apenas gastaría en total los USD 54.000 que imponía de límite el Consejo Nacional Electoral. Ni un centavo más. Y que eso incluía la realización de cuatro conciertos musicales populares gratuitos, una de las anclas exitosas de su campaña. Como será de modesta su campaña, puso de ejemplo, que repartía en sus recorridos «libretitas que nos cuestan 18 centavos, nada más». También dijo que los pintores que plasmaron su nombre por casi toda la ciudad no le cobraron nada, que eran sus amigos de «brocha gorda». Para esos colaboradores, solo les tocó «el sanduchito» de rigor. Lo cierto es que la campaña de Macas no fue de última hora. De hecho, fue uno de los primeros nombres que empezó a sonar para la Alcaldía, hace más de un año. La idea inicial era participar con un movimiento local propio. Aquello no cuajó y buscó abanderarse en el partido Juntos Podemos del prefecto de Azuay Paúl Carrasco. Casi al momento de la inscripción, Macas denunció que Carrasco lo había traicionado y en ese momento, al apuro, tuvo que buscar otro partido, como quien busca una tienda de alquiler. Lo apoyaron el ex MPD y Avanza, el partido fundado por el prófugo Ramiro González. Pero aquello de los partidos fue puro formalismo.
El 24 de marzo, el triunfo de Macas no tuvo reparos de nadie. Los Falquez padre e hijo, ambos perdedores, se alejaron de la escena política durante diez días. Mientras tanto, el novel político triunfador, sin esperar a que comience la transición formal, comenzó a moverse y a establecer contactos. Designó al periodista deportivo Vito Muñoz Ugarte -primo de Pepe Ugarte- como su delegado para las conversaciones con empresarios e inversionistas privados que quieran invertir en Machala durante la nueva administración. El periodista y empresario aceptó la designación pero puso sus condiciones, durante la reunión mantenida con Macas en Guayaquil: «conmigo nada de coimas, nada de reparto de porcentajes. Eso conmigo no va», dijo Muñoz, quien también renunció a cualquier tipo de pago o salario por su gestión. Él trabajará gratis en lo que le encomiende Macas. La idea y el ofrecimiento del alcalde electo es convertir a Machala en una ciudad industrial. Para eso necesita atraer todas las inversiones posibles. Ha hecho sus primeros contactos, con la empresaria Isabel Noboa Pontón. También con el grupo de Welmer Quezada, empresario orense, que durante el gobierno de Rafael Correa fue enjuiciado por la Corporación Aduanera que lo acusó de defraudación tributaria. Quezada fue detenido en 2015 en Perú y fue pedida su extradición, que fue negada por la Corte Suprema de ese país. Él dijo que se trató de una persecución política por parte de Correa.
El objetivo de Darío Macas no es únicamente la alcaldía de la capital orense. Él busca trascender políticamente en el país. Lo dijo a La Historia: quiere ser presidente de la República y para eso quiere ser el mejor alcalde que haya tenido Machala. Ya se tomó la primera foto en el balcón de Carondelet, a propósito de la visita que hizo a Quito por la invitación del presidente Lenin Moreno. Nunca un machaleño ha llegado a ocupar ese cargo. Macas dice que tiene un plan para lograrlo.