“¿Sabe que ahorraría dinero al Estado? Cancelar las sabatinas. Y dejar de tener conciertos y cenas privadas con sus ídolos zorros”. La frase, según el Teniente de Navío Andrés García Yépez, fue la respuesta de un tuitero a un anuncio sobre optimización de recursos públicos que hizo el presidente Rafael Correa por Twitter en febrero pasado. Justo en días posteriores a la visita del cantante español Miguel Bosé. «Me pareció extremadamente cómico y le hice retweet», comenta el oficial y añade que nunca imaginó que eso desembocaría en el fin de su carrera militar.
Derivado de ese comentario, cuya autoría le fue atribuida por parte del Ministerio de Defensa, el Teniente García se enfrentó a dos consejos disciplinarios que concluyeron con una suspensión de 30 días y la baja militar. Su caso, no solo que se asemeja a los varios procesos que enfrentan oficiales de la Armada por haber proferido supuestas ofensas al Presidente, sino que sirvió de sustento para la Acción de Protección que presentó el Presidente Correa ante una Jueza del Guayas.
Con dicho recurso, Correa logró dejar sin efecto el Consejo de Disciplina que no lo reconoció como máxima autoridad jerárquica militar y absolvió al Capitán de Corbeta Edwin Ortega, quién desató su enojo tras responder a una misiva que el Mandatario envió a los correos electrónicos personales de miles de integrantes de las Fuerzas Armadas. Tal como pasó en el caso de García, el Ministerio de Defensa acusó a Ortega de haber cometido una falta atentatoria encasillada en el artículo 36 del Reglamento de Disciplina Militar (RDM). Pero ahora que la jueza Vanessa Wolf declaró a lugar la Acción de Protección ingresada por el Presidente, el Capitán Ortega será juzgado nuevamente.
Al igual que el Capitán Ortega, el Teniente García también fue sometido a un primer Consejo de Disciplina que en marzo pasado lo absolvió de haber incurrido en los primeros numerales del Art. 36 del RDM, es decir: a)Hacer públicos por cualquier medio, escritos contradictorios a la disciplina militar que estén dirigidos como la institución, autoridades o subordinados militares, juzgando su conducta, el desempeño en su cargo… y b)realizar actos de manifiesta violencia o indisciplina contra un superior siempre que el hecho no constituya delito. Esto porque no logró establecer la autoría de los comentarios y porque no reconoció a Correa como máximo jefe militar. Pero como García aceptó haberle dado retweet al mencionado comentario sobre el Presidente y a otro sobre el entonces ministro de Defensa Fernando Cordero, la Comisión lo acusó de una falta grave al contravenir las buenas prácticas en las redes sociales.
La resolución del Consejo de Disciplina que juzgó al Teniente García no complació al Ministerio de Defensa, pero no hizo falta de una Acción de Protección para que el Consejo recule. «Ellos solitos lo declararon nulo». Para efecto de demostrar la falta, el Ministerio de Defensa envió al entonces Comandante General de la Armada Ángel Sarzosa un documento notariado que consistía en la captura de la respuesta del usuario @andresr_garcia a un tweet posteado por Rafael Correa el 23 de febrero de 2016.
Lo que resulta cuanto menos confuso es que el notario Diego Almeida Montero, a petición del director de Patrocinio del Ministerio de Defensa Eduardo Moreno, da fe de haber extraído dicha captura a las 15:43 del 23 de febrero de 2016 y firma el escrito reiterando que la diligencia se realizó en Quito, en el día señalado. Pero el sello que finalmente se estampa en el documento tiene fecha del 13 de abril de 2016. Otro dato curioso es que Twitter registra que la cuenta @andrer_garcia fue creada el 7 de marzo de 2016, que es de hecho el único día que registra actividad. No queda claro cómo hizo el notario para certificar la publicación de una cuenta que aún no existía.
«Mandaron la certificación de un notario con la captura de una cuenta de Twitter donde aparece mi foto y mi nombre, con los comentarios que supuestamente había hecho», sostiene García contrariado y asevera que es muy activo en esa red social y su usuario real es andresgarcia_ y. Muestra, además, la denuncia que presentó en la Fiscalía por usurpación de identidad, pero eso no le sirvió como descargo. Fue juzgado dos veces. La primera por haber mentido «faltando a la verdad» al negar que era el autor de los polémicos comentarios. «Me sancionaron con la baja por convenir al buen servicio», explica García. «Terminamos ese Consejo y continuamos con el que declararon nulo (por la queja puesta por Defensa). Como ya me había sancionado con la separación del servicio activo, deciden suspenderme de mis funciones por 30 días». En este último Consejo, los oficiales se fueron en contra de su primera resolución y sostuvieron que la conducta de García se adecuaba a las faltas atentatorias tipificadas del Reglamento de Disciplina Militar Art. 36 y que el Teniente omitió «el respeto y la subordinación a las autoridades legítimas y legalmente constituidas tal como el Presidente y el Ministro de Defensa». Justo lo contrario que alegó el Consejo disciplinario que revisó posteriormente el caso del Capitán Ortega y que en su resolución suscribió que “no contemplan o abarcan al ámbito de una autoridad civil, o inclusive el señor presidente, que es la máxima autoridad de las Fuerzas Armadas, dentro de sus definiciones y tampoco dentro de los conceptos de jerarquía superior militar”.
– Entonces, ¿la misma Armada se puso la soga al cuello?
–Yo creería que hubo muchísima presión en mis Consejos de Disciplina para que los oficiales obraran de esa manera, pero no me cabe la menor duda que estaban cometiendo una injusticia conmigo al momento de considerar al Presidente como superior jerárquico militar, tanto es así que tengo entendido por mi capitán José Zumárraga, que es abogado, que puso por escrito su inconformidad. Él formó parte del Consejo de mi Capitán Ortega y fue él quien dijo que (Correa) no es superior militar y no podía haber sanción. De la misma forma pensó en mi Consejo pero los miembros no le aceptaron.
Las sanciones contra García aún no se ejecutan. Fueron elevadas al Consejo de Oficiales Subalternos que puede confirmarlas o anularlas. Pero independientemente de la resolución, el Teniente ha decidido dejar la Marina, institución que en sus palabras, le ha demostrado que no necesita más de su contingente. Ya presentó su disponibilidad después de seis años como oficial especialista.