El éxodo de ecuatorianos a Estados Unidos no para. Y las redes de tráfico de personas se las siguen ingeniando para diversificar las rutas, que dependiendo de la tarifa, pueden hacerse vía aérea hasta Centroamérica, dónde varios países no requieren visados y hay la opción de tomar vuelos directos a destinos como El Salvador. El periplo, lo hacen sin distinción de edades, adultos y menores. Todos se exponen a riesgos y abusos al poner sus vidas en manos de coyotes para llegar hasta la frontera mexicana y ahí sí, dar el salto al primer mundo por alguno de los ocho pasos clandestinos bien identificados, o por otros tantos puntos de la permeable línea limítrofe. Pero muchos se quedan en el camino.
Ese es el caso de veinte inmigrantes ecuatorianos que se encuentran confinados desde hace 12 días en el Centro para Atención Integral de Migrantes en San Salvador, capital salvadoreña. Se trata de 17 hombres, dos mujeres y un adolescente de 16 años, que fueron interceptados por agentes migratorios la madrugada del 7 de mayo. Según narra a LaHistoria.ec el corresponsal del diario salvadoreño La Prensa Gráfica en la zona, Héctor Rivas, los ecuatorianos se movilizaban en el cabezal de un camión de placas guatemaltecas, a escasos metros de la frontera El Amatillo que tiene el país con Honduras. Rivas explica, basado en versiones de las autoridades, que los inmigrantes recorrieron en el automotor Nicaragua y Honduras, y que poco antes del paso migratorio con El Salvador, descendieron del vehículo para pasar la frontera por alguno de los puntos ciegos. Ya del otro lado, se volvieron a embarcar, lo que alertó a los policías del puesto de control, que procedieron al registro y aprehensión del conductor, un ciudadano nicaragüense identificado como Wílber Salazar de 51 años.
Ni el camión llevaba mercadería ni ninguno de los pasajeros eran familiares entres sí. El transportista intentó deslindarse de los ecuatorianos, informó la Fiscalía a la prensa local, pero las víctimas lo señalaron como el encargado de llevarlos hasta Guatemala y así continuar su periplo hacia el norte. Según testificaron los inmigrantes, por el viaje les cobraron entre $8.000 y $13.000.
El Juzgado de Paz de Pasaquina, departamento de La Unión, cercano al cruce fronterizo El Amatillo, ya inició el proceso contra Salazar por el delito de Tráfico Ilegal de Personas que allí es sancionado con prisión de 4 a 8 años. Aún así, la Justicia no descarta que ciudadanos salvadoreños estén involucrados en este caso.
La División de Investigación Criminal Trasnacional de la Policía Nacional Civil, fue el ente encargado de remitir a los ecuatorianos al Centro de Atención al Migrante de San Salvador. Allí permanecen en calidad de víctimas y testigos del delito de Tráfico Ilegal de Personas, informó a LaHistoria.ec el jefe de Prensa del Ministerio de Justicia de El Salvador Gerardo Minseg. «Actualmente se está en proceso de elaboración de las resoluciones respectivas de repatriación hacia su país de origen, así mismo se está coordinando con el Consulado de Ecuador para gestionar la logística de su regreso», añadió Minseg. La Cancillería ecuatoriana no ha informado del caso.
Para la Asamblea Nacional es bien conocido que las mafias de tráfico de personas usan a El Salvador como país de paso para llegar a Estados Unidos. En ese sentido, en el mes de noviembre aprobó el Acuerdo de Cooperación Bilateral en Asuntos Migratorios entre los gobiernos de Ecuador y El Salvador. Dicho convenio, de corte humanitario, garantiza un trato digno a todos los ecuatorianos que pisen suelo salvadoreño, sin importar su estatus migratorio, y hace especial énfasis en las víctimas del tráfico para se protejan sus derechos y reciban amparo. Además establece procesos expeditos de repatriación y de intercambio de información sobre programas y proyectos de apoyo a los migrantes.