Por: Sthefani Carrillo, Camila Solórzano, Angie Jaramillo, Randy Cedeño
El 7 de julio del 2017, Mercy Mendoza fue asesinada por su pareja, Jonathan Humanante en Puerto López, Manabí. Su hijo, “Juan”, al que le llamamos así para proteger su identidad, tenía un año cuando presenció el asesinato de su madre. Tras la detención de Jonathan, Juan fue relegado al cuidado de su abuela materna. Pero por su salud, edad y dificultades económicas, la abuela de Juan no pudo seguir a su cuidado.
Casi un año después del crimen, Juan se trasladó a vivir a Guayaquil con su madrina Paulett Humanante.
Por su parte, Jonathan pasó 8 meses en la Roca antes de ser diagnosticado con esquizofrenia. Entonces se lo consideró inimputable ante la justicia y no pudo ser condenado. Tras pasar un año y medio en el Instituto de Neurociencias de Guayaquil, el homicida fue devuelto a su familia bajo la tutela de su hermana.
La familia paterna de Paulett insistía en que Juan debía regresar con su padre pese a lo ocurrido, por lo que Paulett demandó a Jonathan para quitarle la patria potestad y el niño crezca en un ambiente sano. La disputa legal se extendió hasta este mes de septiembre, cuando finalmente Paulett se convirtió en su tutora.
Juan no aplica al bono de orfandad por femicidio, porque no hubo sentencia, a pesar de tener secuelas psicológicas que le dejó el hecho.
En este video reportaje se narra su historia y las trabas que existen para obtener ayuda en casos de orfandad por femicidio. No hay seguimiento psicológico ni ayuda económica pese a que la violencia de género en contra de la mujer está muy presente en nuestra sociedad.
Desirée Yépez acompañó y editó este proyecto. Gabriel Narváez Cango realizó la verificación de datos.
La equipa de Chicas Poderosas acompañó este proceso con capacitaciones, apoyo económico y editorial.
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