En pleno Centro Histórico de Quito se los encuentra por decenas. Los vendedores ambulantes de cigarrillos chinos ya compiten, por su número, con los otros comerciantes de la calle que, de pronto, se convirtieron en parte de la estampa quiteña, los vendedores de jugos de naranja. La mayoría son de la misma Capital, pero otra gran parte vienen de otras ciudades e incluso de otros países. Cubanos y colombianos también encontraron en la venta de cigarrillos el trabajo que tanto buscaban. Y les va bien.
La posibilidad nació a la par del incremento del contrabando. Los cigarrillos que entran al Ecuador sin pagar impuestos se multiplican sin freno alguno. Ahora se los puede comprar en Quito, Guayaquil, Portoviejo, Cuenca, Loja, Zamora y su entrada no podía ser más beneficiosa en cuanto a costo: una cajetilla de 20 unidades cuesta un dólar, a razón de 5 centavos por cigarrillo. Los que se producen en Ecuador se venden -un Marlboro, por ejemplo- a cincuenta centavos cada uno. La razón de tremenda diferencia en el costo radica, en gran medida, en los impuestos que ha creado el gobierno para estos productos, con el objetivo de aumentar la recaudación y evitar su consumo masivo. Pero hay otra razón: los cigarrillos entran de contrabando y su calidad, para quienes saben de estos productos, por lo menos genera dudas.
Frente al Palacio de Carondelet, en la calle Chile, por ejemplo, se puede comprar la marca Golden Deer, mentolado. En la caja -a 1 dólar- se puede leer el nombre del fabricante: Shangai Tobacco Group Co. Ltd. Y también se puede leer, todo en español, que fue fabricado en julio 2015 y su fecha de caducidad era julio 2016. Pero estos cigarrillos se vendieron con toda libertad el 2 de agosto.
La oferta de marcas es variada. También se encuentran los Elephant y Marshall. ¿Esta mercadería viene directamente de China? No. Varias empresas, radicadas en China, dueñas de diferentes marcas de cigarrillos, contrataron a la panameña Overseas United, Inc. para que les ensamble este producto en Panamá y luego los despache a los clientes que las compañías chinas tienen
en diferentes países, como Estados Unidos, Belice, Colombia y Nicaragua. En este caso particular, hacen los cigarrillos Elephant y Marshall. El tema no queda ahí. La empresa Overseas United presentó una denuncia en Panamá de falsificación de sus productos y argumentó que los materiales para su fabricación no tenían ninguna garantía. ¿Cuáles llegan a Ecuador? Difícil determinarlo.
Pero llegan por miles de cajas, a diario. Tarea complicada establecer la cantidad aproximada de cigarrillos que entran por contrabando a Ecuador, porque lo hacen por todos lados. Por las fronteras de Huaquillas y Tulcán, por el puerto Marítimo de Guayaquil, por las costas de Esmeraldas. Entran por barcos o en camiones. El Servicio de Vigilancia Aduanera reporta, con cierta frecuencia, los operativos de decomiso de estas mercaderías. Pero el hecho es que en las calles aumentan los vendedores ambulantes de los cigarrillos chinos. A un muy buen precio.
Si de consuelo sirve, el problema no es exclusivo de Ecuador. En México, la industria tabacalera alerta que va directo a la quiebra si no se establecen controles eficientes a los cigarrillos chinos y hasta de la India que se venden allá. Lo mismo en Colombia, Perú y países de Centro América.