El 3 de julio del 2015, José Serrano, ministro del Interior, informó a través de su cuenta de Twitter, que existía una red de corrupción en los pases policiales. En ese momento, anunció una investigación administrativa y «si amerita se remitirá la información a la Fiscalía». Ese mismo día anunció que debido a esto, quedaba fuera de la institución el Comandante General de la Policía, Fausto Tamayo. Todo esto, un día después de fuertes protestas ocurridas en Quito en contra del gobierno y a pocas horas de la llegada del Papa Francisco a Ecuador.
En efecto, el 20 de julio de 2015 se presentó, por parte del Ministerio del Interior, la denuncia ante la Fiscalía. Se dijo entonces que la red de corrupción al interior de la Policía Nacional había ejercido su influencia en miles de pases otorgados a uniformados por todo el país. El pago por beneficiar con la ciudad de preferencia escogida por los propios policías tenía un costo: desde USD 1000 a USD 2000. En total se calculaba que la red había movido USD 6 millones. Supuestamente, comenzó a operar desde octubre de 2014 hasta julio de 2015. Pero hasta ese momento, no se tenía idea de quien era el líder de la organización para delinquir, a decir por los hechos posteriores.
EL PRINCIPAL IMPLICADO, MESES SIN SOSPECHA ALGUNA
El 24 de diciembre de 2013 se publicó en el Registro Oficial un acuerdo ministerial firmado por el Ministro del Interior José Serrano. Era una generosa felicitación pública para un policía activo.
Entre los considerandos se lee:
Que, el artículo 96 del Reglamento de Disciplina de la Policía Nacional determina que las recompensas constituyen el reconocimiento oportuno de los méritos policiales como medio eficaz para levantar el espíritu profesional y mantener la disciplina, a fin de que sirvan de incentivo y ejemplo para otros servidores policiales;
Más adelante, se siguen exponiendo los motivos de este acuerdo:
Que, el artículo 99 del Reglamento de Disciplina de la Policía Nacional señala que la felicitación pública será otorgada por el Comandante o Jefe de la Unidad o Reparto Policial, se consignará en el orden del día, y se leerá ante el mayor número de personas reunidas en formación y la comprende la concesión de dos días francos;
Que, mediante Formulario Unificado de Pase No. 2012-09- DTP-DGP de fecha 03 de enero de 2013, el señor Sbte. de Policía Alexis Geovanny Cifuentes Bedoya. fue dado el pase de la Dirección General de Inteligencia de la Policía Nacional al Ministerio del Interior, período en el cual se encuentra cumpliendo un servicio policial destacadamente profesional, sin escatimar esfuerzo alguno en cuanto al riesgo, tiempo, horario y actividad;
Por todo lo cual, el ministro Serrano expone su gratitud al uniformado:
Acuerda:
Art. 1.- OTORGAR la felicitación pública de acuerdo al artículo 99 del Reglamento de Disciplina de la Policía Nacional, al señor Sbte. de Policía Alexis Geovanny Cifuentes Bedoya, por los distinguidos servicios prestados en el Ministerio del Interior.
Art. 2.- DISPONER al Director General de Personal de la Policía Nacional, que proceda al registro correspondiente de la presente felicitación pública en el libro y hoja de vida del oficial subalterno señalado en el artículo l de este Acuerdo Ministerial, y publique el mismo en la Orden General Institucional, de conformidad con el artículo 87 de la Ley Orgánica de la Policía Nacional.
Art. 3.- El presente Acuerdo entrará en vigencia a partir de la presente fecha, sin perjuicio de su publicación en el Registro Oficial.
Dado en Quito, Distrito Metropolitano a 28 de noviembre de 2013.
f.) José Serrano Salgado, Ministro del Interior.
El subteniente Cifuentes así, por todo lo alto, se despidió del Ministerio del Interior y pasó a una oficina estelar para prestar sus servicios: la presidencia de la República.
Lo que no decía el acuerdo ministerial es que Cifuentes era un héroe más -considerados así por el gobierno- del 30 de septiembre de 2010, el 30S, día de la sublevación policial. Según los reportes que se hicieron, Cifuentes puso en riesgo su vida para proteger la del presidente Rafael Correa.
Una publicación de diario El Universo del 10 de octubre de 2010, dice lo siguiente:
Casi recuperado de la perforación pulmonar originada tras un golpe que desconoce quién se lo dio y que le lesionó dos costillas cuando protegió la rodilla de Correa, el teniente (Alexis) Cifuentes recuerda: «En primera instancia no nos permitieron el ingreso, en la guardia pensamos que nos íbamos al Palacio con tranquilidad, pero el Presidente decidió volver e insistir, y entrar…».
Desde 2013, Cifuentes Bedoya viajaba por todo el país para cumplir actividades de la agenda oficial del despacho presidencial. En algunas ocasiones, para el cobro de viáticos, aparecía en calidad de Subteniente de Policía; en otra aparece en calidad de Asesor 5, como en un viaje a Quevedo realizado el 4 de mayo de 2015.
En marzo de 2014, el subteniente recibió otra satisfacción por parte del gobierno ecuatoriano: su ascenso a Teniente, que contó con la presencia del vicepresidente Jorge Glas, que llegó con palabras de elogio para él y nueve oficiales más que ascendieron de rango ese mismo día, todos vinculados a oficinas de Presidencia, Vicepresidencia y Ministerio del Interior. «Este es un logro más, ganado con esfuerzo y sacrificio. El policía comprometido se debe a una sociedad en pie de lucha vinculada a un plan de gobierno basado en la ética, el compromiso y la lealtad”, dijo el vicepresidente en esa ocasión. Junto a Cifuentes ascendió también su amigo, el Teniente Ernesto Montenegro Gaona.
Así, entre felicitaciones y un ascenso, la vida profesional del Teniente Cifuentes transcurría con normalidad y progreso. Incluso después que el ministro Serrano hizo pública la denuncia de corrupción en los pases policiales, en julio de 2015, que le costó la cabeza inmediatamente al general Tamayo, comandante General de la Policía. Meses después, a fines de septiembre de 2015, Cifuentes Bedoya integraba la numerosa delegación presidencial que viajó a Nueva York acompañando al presidente Correa a la Asamblea General de las Naciones Unidas. Seguía siendo un hombre de confianza.
LA FISCALÍA ACUSA AL TENIENTE
Dos meses después de su viaje a Nueva York con la delegación presidencial, y cinco meses después de la denuncia de Serrano, la Fiscalía dio a conocer que el líder de la organización delictiva que vendía los pases policiales era el Teniente Alexis C. Era diciembre de 2015 y para entonces la Fiscalía había involucrado a 21 policías.
El caso se manejó con escasa cobertura en los medios de comunicación hasta marzo. El 14 de ese mes, en el canal de Youtube de la periodista Patricia Poleo, en su programa Agárrate, compareció el opositor al gobierno, Fernando Balda, para presentar el testimonio clandestino de dos de los policías involucrados en la red de pases y que estaban prófugos hasta entonces, Stalin Revelo y Danny Herrera. Ellos declararon que tenían conocimiento, por versiones de otros oficiales, que el dinero del cobro de los pases iba al Ministerio del Interior para financiar las movilizaciones a favor del gobierno, organizadas por el partido oficial Alianza País. Y también, una parte, para el ministro Serrano. Uno dijo, textualmente, que con esos fondos se «compraban los sándwiches y las colas» de la gente que acudía a los llamados de apoyo.
Un día después de la difusión de este video por internet, el viceministro de Seguridad Interna, Diego Fuentes, mediante oficio dirigido al director Nacional de la Policía Judicial e Investigaciones, general Edison Barrera Jaramillo, con fecha martes 15 de marzo del 2016, pidió incluir en esta lista de Más Buscados de la policía a Alexis Geovanny Cifuentes Bedoya, Freddy Stalin Revelo Bermeo, Danny Alexis Herrera Mamarandi; y, Mariela Alexandra Peñafiel Criollo, «quienes poseerían información que aportaría en el proceso investigativo que se sigue por esta causa».
En el caso de la mujer procesada, y de otros uniformados, la fiscalía ha determinado ingresos irregulares de dinero a sus cuentas bancarias: más de USD 300.000 en la de ella.
Después de dar sus declaraciones, los ex policías Herrera y Revelo se entregaron en Colombia. Inmediatamente fueron deportados a Ecuador y ahora están presos en la cárcel especial No. 4 de Quito. El día de su llegada, el pasado 21 de marzo, sus familiares hicieron un plantón de protesta en Quito gritando su inocencia. «Ellos solo cumplían órdenes», justificaron. Y agregaron que los ex uniformados han recibido amenazas.
Luego se supo de las declaraciones en el proceso del exComandante General de la Policía Fausto Tamayo, también detenido, quien indicó que la lista de pases era ingresada por Cifuentes, a pedido de una funcionaria de la Presidencia de la República. Otros policías implicados también hablan de la misma versión de Herrera y Revelo, endilgando la responsabilidad de los planteamientos de cobro al Teniente Cifuentes.
La reacción oficial no se hizo esperar, especialmente del aludido ministro José Serrano, quien calificó estas declaraciones como «un pataleo de la corrupción». Sacó a su favor que la denuncia fue presentada por el propio gobierno y su oficina, en julio de 2015, negando cualquier relación con las actividades ilícitas que se investigan. El criterio general en el Ministerio del Interior es que las versiones entregadas por los acusados no tienen ninguna validez y son «temerarias».
Mientras tanto, el Teniente Cifuentes Bedoya, identificado como cabecilla, está prófugo y su rostro sigue apareciendo en la lista de más buscados del país. Los dos policías que se entregaron en Colombia ahora cuentan con medidas de protección ordenadas por un juez y el fiscal del caso, Wilson Toainga, hizo pública su preocupación por el desarrollo de estas investigaciones. “Las amenazas están obstaculizando el acopio de indicios y elementos de convicción a fin de llegar a la verdad histórica de los hechos”, declaró. Fue el fiscal quien pidió medidas de protección para cuatro de los policías involucrados.