«El nuevo rector de Yachay es ecuatoriano». Con ese titular, el diario oficial El Telégrafo anunciaba el pasado 22 de julio el cambio de rector en la universidad insigne del gobierno. José Andrade asumía el cargo de forma interina en reemplazo del español Fernando Albericio, quién continuaba siendo parte de la Comisión Gestora según señalaba el rotativo en una nota escueta. Pero el Decreto Ejecutivo 736 expedido ese mismo día por el presidente Rafael Correa, dejaba fuera a Albericio sin siquiera mencionarlo. En un artículo único, se ratificaba a Ares Rosakis, Guruswami Ravichandram, José Andrade y María Lourdes Miranda, como miembros de la Comisión Gestora, y se nombraba a Daniel John Larson. Además se integraba a la Junta al Gerente de la Empresa Pública Yachay. Todos con derecho a voz y voto a excepción de Miranda. No se daba explicaciones del cambio, solo que «resulta conveniente para los intereses institucionales de Yachay reformar la constitución de la Comisión Gestora» y que se hacía «a petición del Secretario Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología e innovación (René Ramírez)».
El nuevo integrante de la Comisión Gestora Daniel Larson formaba parte de Yachay desde enero pasado, cuando fue nombrado mediante acción de personal como Canciller de la Universidad con un sueldo de $15.264.
En días posteriores, el nuevo rector José Andrade realizó un recorrido por distintos medios de comunicación -en su mayoría públicos- para hablar de los logros alcanzados en 15 meses de vida de Yachay, del nuevo ciclo administrativo y los proyectos a futuro. «Aún nos falta dar ese salto a la investigación que es la razón de ser de Yachay”, dijo Andrade en una entrevista radial al ser consultado por los cambios, y añadió que buscaban «darle una reoxigenación a la planta administrativa, en particular al liderazgo del rectorado, para que se puedan dar los pasos necesarios a la velocidad necesaria para llegar a ese nivel de excelencia”. Ni una palabra del despido de Fernando Albericio, quien en entrevista exclusiva con La Historia reconoció que lo echaron, que tenía una mala relación con los otros tres miembros de la Comisión Gestora, y denunció irregularidades al interior de la Universidad.
Fernando Albericio dijo que su salida de la Universidad «funcionó como un golpe de estado» orquestado por Ares Rosakis, Guruswami Ravichandram y José Andrade, quienes percibían su mismo salario mensual ($18.126 desde su entrada en funciones hasta marzo pasado, cuando quedó en $16.300) pese a que viven en EEUU y trabajan en el Instituto de Tecnología de California (Caltech en sus siglas en inglés). Según el español, en un periodo de seis meses Rosakis estuvo 10 días en Ecuador, Ravichandran 18 días y Andrade 28 días, y cobraron viáticos por más de $300 diarios en sus visitas. De modo que las decisiones trascendentales de la Universidad se trataban vía Skype y «siempre eran los tres contra uno». Albericio también habló de gastos excesivos, como contratos con cazatalentos por $1.7 millones para reclutar autoridades, y que se pudieron haber hecho «con la mitad, y menos»; y la contratación de profesores con sueldos de entre $13.140 y 15.000 que no cumplían con los requisitos. Al final el exrector dijo sentirse triste, decepcionado y hasta atemorizado, pues personas de su círculo más cercano habían sido amenazadas de muerte.
Las declaraciones de Albericio encendieron las redes sociales y Yachay se convirtió en tendencia en Twitter por los cuestionamientos a su gestión. No tardó en reaccionar el rector interino José Andrade, quien aseguró que la actuación de la Comisión Gestora había estado enmarcada en la ley, que Albericio era responsable de las supuestas irregularidades que denunciaba porque era el representante legal y que los académicos contratados cumplían con todos los requisitos. Andrade dijo también que el exrector era un desastre administrativo, que sus afirmaciones eran incoherentes, y que le hacían daño a la institución. Por esto último, aseguró que iniciarían acciones legales en su contra. No aclaró si recibió o no más de $300 diarios durante sus visitas a Ecuador, aunque cuestionado vía Twitter, dijo que devolvería los viáticos «si la Contraloría así lo determina». Además, justificó que los miembros de la Comisión vivan y trabajen en el exterior. «Así como yo, todos los académicos de renombre mundial tienen una actividad en múltiples entidades”, dijo Andrade. «Nuestro rol es conectar a la Univesidad con el mundo y para eso hay que estar con un pie adentro y uno afuera», añadió.
Con argumentos similares, el titular de la Senescyt René Ramírez, defendió que los miembros de la Comisión gestora ganen $16.300 mensuales. «Se puede ver como una cifra estratosférica en términos de lo que pasa en Ecuador, pero sin darnos cuenta de sus beneficios. Por cada dólar invertido, la ganancia es de 10 dólares», dijo en entrevista con El Comercio. Ramírez se mostró sorprendido por las declaraciones de Albericio, quién dijo que apostaba por un modelo de universidad iberoamericana que no copie al norte. «Podemos tener universidades de nivel mundial, nuestro Harvard, nuestro MIT…Nosotros creemos y queremos que sea para nuestros hijos y en menor tiempo».
La Senescyt emitió un comunicado el 31 de julio pasado que hacía referencia a los logros y autonomía de Yachay, y aseguraba que había solicitado a la Contraloría que «inicie un examen especial y una auditoria integral de la institución». Ese mismo día, el rector interino de la Universidad José Andrade se dirigió a la Contraloría para que audite la gestión de su predecesor Fernando Albericio. Pero la Contraloría ya se les había adelantado y dispuesto el pasado 28 de julio -un día antes de que Albericio denunciara irregularidades- un examen especial a la contratación de consultoría y a la selección y pago de salarios en la Universidad por un periodo de 90 días. El anunció se hizo también el 31 de julio.
@FAlbericio Por siempre rector. Gracias por toda tu entrega hacia nosotros los estudiantes. #EjemploASeguir #SomosYachayTech #ElMejor — Naomy Chamorro (@KaiiChamorro) julio 25, 2015
Por su parte, Fernando Albericio dice que no tiene miedo por posibles demandas. «Los científicos no mentimos. Tengo un discurso transparente», asegura el español, que de momento vive junto a su esposa en una casa que estrenó tres días después de ser despedido. Por ahora, el exrector aprovecha para compartir con sus vecinos de Urcuquí y exestudiantes, que en su mayoría firmaron una carta para respaldarlo y le han expresado su apoyo a través de las redes sociales. Aunque también ha habido quien le ha dado la bienvenida al nuevo rector. «De los estudiantes nadie se dignó en darle la calida bienvenida, te extiendo un saludo cordial llenó de éxitos en su vida», escribió en Twitter Kevin Landazuri.
@JoseAndrade79 de los estudiantes nadie se digno en darle la cálida bienvenida, te extiendo un saludo cordial lleno de éxitos en su vida.
— Kevin Landazuri (@KevinLandazuri) julio 23, 2015