En el doble del tiempo programado y casi al triple del monto que se informó cuando comenzó la obra. Así se inauguró la vía Collas-Tababela la semana pasada, el 31 de julio, un año y medio después de haber comenzado sus operaciones el nuevo aeropuerto de Quito, el motivo de su construcción.
Pero estos detalles no fueron mencionados en el discurso del presidente Rafael Correa, quien prefirió destacar sus bondades. «Se decía que era imposible llegar al aeropuerto, que era como una prueba de amor, ahora es muy fácil», comparó. Luego resaltó la «iluminación de última tecnología» y su «señalización completa». También recordó que «ningún gobierno ha hecho tanto por la vialidad de Quito».
La primera fecha de entrega que se dio para entregar esta ruta, cuyos trabajos comenzaron el 25 de abril de 2011, fue fines de 2012. Esto reportó diario El Comercio al día siguiente de iniciada la obra:
«La ruta Collas tendrá 9 kilómetros, dos carriles para cada sentido de circulación. La construcción durará entre 18 y 20 meses. El proyecto será financiado por el gobierno nacional y tendrá un costo de entre 70 millones de dólares. Según Germánico Pinto, gerente de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas, un 80% del presupuesto se invertirá en la construcción del puente de 320 metros».
La ruta terminó costando, finalmente, 198 millones de dólares.
En octubre de 2011, ya se cambiaron los plazos y ya se habló de más dinero. El alcalde Augusto Barrera puso como fecha el segundo semestre de 2013 para terminar la vía de 9 kilómetros y cuatro carriles, que se dijo en ese momento. Y Marcelo Herdoíza, representante de la constructora Panavial reveló que el costo sería de $100 millones.
En octubre de 2013 se dieron nuevas noticias. Un informe del Colegio de Ingenieros Civiles de Pichincha (CICP), determinó que en esa vía no se tomaron en cuenta aspectos de carácter técnico como fallas geológicas y propiedades del suelo sobre el río Guayllabamba y, como consecuencia, había que desviar la ruta trazada.
Estas faltas se traducían en más tiempo y más costos.
El mismo Colegio de Ingenieros -que no era parte en el contrato- hizo el cálculo de los nuevos costos: el aumento del costo de la vía asciende de $110 millones a unos $190 millones. «Surge básicamente, por tres razones: las excavaciones, el desalojo del material y el recubrimiento de los taludes», dijeron los ingenieros de Pichincha.
La ruta que se inaguró tiene, finalmente, 11.7 kilómetros.
Costos del kilómetro de carretera en Europa vs América
El portal argentino de noticias Infobae, publicó, en septiembre de 2013, un informe en el que calculaba que una carretera cuesta siete veces más en América Latina que en Europa.
Infobae reveló que una auditoría del Tribunal de Cuentas Europeo (TCE) comparó 24 proyectos viales realizados en España, Polonia, Grecia y Alemania entre 2000 y 2013. La conclusión fue que un kilómetro de carretera cuesta, aproximadamente, 116 mil dólares en Alemania, 164 mil en Grecia, 215 mil en España, y 218 mil en Polonia.
La clave de las diferencias entre estos países estaría, según el TCE, en el proceso de adjudicación de los proyectos. Mientras que en Alemania gana casi siempre siempre la oferta más económica porque cualquiera puede participar de la licitación, esto no ocurre habitualmente en España, donde sólo participan las empresas previamente autorizadas por el Ministerio de Economía, publicó Infobae.
Infobae hizo una comparación con los costos de algunas carreteras construidas en países de América Latina.
La autopista Campeche-Mérida, en México, de 149 kilómetros, costó 303 millones de dólares. Cada kilómetro, alrededor de 2 millones de dólares.
En Bolivia, la carretera Potosí-Tarija, de 312 kilómetros, costó 219 millones de dólares, a razón de 700.000 por kilómetro.
En Perú, en 2011, el ministro de Transportes de ese año, Enrique Cornejo, informó que el costo de kilómetro de carretera bordeaba el millón de dólares.
En Ecuador también hay referencias de carreteras hechas durante el gobierno de Rafael Correa. La ruta Spondylus, por ejemplo, que empieza en Santa Elena y termina en Bahía de Caráquez, de 278 kilómetros, hecha de cemento, costó 90 millones.
Mucho más alto es el costo por kilómetro de la ruta Collas: 16,5 millones de dólares. Para Roque Sevilla, exalcalde de Quito, se trata de «la carretera más cara del mundo. Demandamos una explicación, cómo se justifica. Que 11 kilómetros cuesten 198 millones es inaceptable».