La paciente no hablaba mucho, pero tenía labilidad emocional, que no es otra cosa que los cambios rápidos de expresión afectiva: pasar de la risa al llanto y nuevamente a la risa. A eso se le suma la angustia, sentimientos y pensamientos de desesperanza. Su cuerpo temblaba y no hacía contacto visual. Pensaba que su […]