
¿Por qué a Edwin Regalado Núñez sus admiradores de Ecuador y otros países llamaron siempre Darwin? La simpática historia la contó el mismo protagonista, nacido hace 72 años en el pintoresco y pequeño pueblo de Alamor, ubicado en los rincones de la fronteriza centinela del Sur, Loja. Resulta que su mamá siempre lo llamo así y estaba convencida que en el Registro Civil su hijo era, efectivamente, Darwin. Pero no. A él lo inscribieron como Edwin, pero cuando tuvo su primer triunfo musical en el programa Puerta a la Fama, del canal 4 de Guayaquil, decidió que su auténtico nombre sería Darwin.
Eran los años 70, la época de oro de las baladas románticas. Y en ese competitivo ambiente, Darwin pudo posicionar sus temas entre los más escuchados en las radios, al lado de verdaderos monstruos de la canción.
Por eso se ganó un disco de oro. No era nada fácil vender 150.000 copias de una canción en Ecuador y Darwin lo logró con «Yo esperaré, tu cambiarás», que a nivel latinoamericano consiguió dos millones de discos. Un fenómeno para la época.
Los éxitos no pararon ahí. «La última canción» también se volvió otro clásico, como lo es «Recuerdo aquel tiempo».
Y siempre fue un artista sin mayores pretensiones: «No soy una celebridad musical, pero habito en los corazones que se enamoraron con mis interpretaciones románticas. Cada nota que canto está impregnada de emociones sinceras, y a través de mi canto busco conectar con aquellos que han sentido el dulce susurro del amor. Aunque no esté en el centro de los reflectores por la inseguridad que vivimos, mi música vive en los momentos compartidos, en las memorias de quienes han encontrado consuelo y alegría en mis canciones. Para mí, el verdadero éxito radica en el impacto que dejo en las almas que escuchan».
Por eso se dedicó a cantar en sus redes, en donde demostraba la calidad vigente de su voz. Y en este 2025 quiso volver a dar conciertos a los 20 años, en Estados Unidos, con una intensa gira para la comunidad de migrantes. Fueron nueve presentaciones que se cumplieron a cabalidad, pero pasaron una alta factura para Darwin, debido al riguroso invierno que por estos meses tiene Estados Unidos. Regresó a mediados de febrero y ya estaba afectado por el clima que soportó. Por eso no pasó ni una semana y fue internado en el hospital del IESS Teodoro Maldonado de Guayaquil, con fuertes complicaciones pulmonares. Darwin no pudo resistir más y murió el 24 de febrero.
