
EL SUPERINTENDENTE DE BANCOS, ROBERTO ROMERO VON BUCHWALD, NIEGA SER UN APADRINADO DE POLÍTICOS Y HABLA SOBRE SU DENUNCIA QUE DIO ORIGEN AL CASO LIGADOS. SE DECLARA SORPRENDIDO POR TODO LO QUE ESTÁ SALIENDO A LA LUZ, RESPECTO A LOS MANEJOS POLÍTICOS EN EL CONSEJO DE PARTICIPACIÓN. TAMBIÉN SE REFIERE A LA SITUACIÓN DEL LAVADO DE ACTIVOS EN EL ECUADOR, UN RIESGO PERMANENTE Y DIARIO, COMO CRUZAR TODOS LOS DÍAS LA CALLE.
Marlon Puertas
Usted presentó una denuncia en la Fiscalía que dio origen al caso Ligados. Ahora se están conociendo algunos diálogos, unos audios también, en los que básicamente se ve una disputa por la Superintendencia de Bancos entre los consejeros del Consejo de Participación Ciudadana. ¿Usted sospechaba que algo de esto existía al interior del Consejo?
Debo ser totalmente sincero, yo no tenía la menor sospecha de todo lo que hoy en
día se está ventilando. En realidad, dentro del proceso que yo tuve que cumplir para poder
ganar, para ser designado como Superintendente de Bancos, no olvidemos que en diciembre
del 2022 yo seguí un proceso en el cual gané la designación y dos años después me llaman a
a la posesión. Desgraciadamente, con esa coyuntura política, era otro momento político en el
país. Y realmente, después de dos años de tanto maltrato y falta de seriedad de la
administración pública en ese momento, yo me vi obligado por dignidad, incluso, a dar un paso
al costado. Yo estaba trabajando en el sector privado. Pero, nuevamente, otro Gobierno, otro
Consejo de Participación Ciudadana, en otra coyuntura política, en otro contexto, se vuelve a
presentar la oportunidad de ser considerado para un nuevo concurso, una nueva terna. Y te
puedo ser sincero, tuve que pensarlo mucho. Estaba trabajando en el sector privado con
muchos proyectos propositivos que también apoyan al Ecuador, pero mi vocación de servicio
me llamó de nuevo a aceptarlo. Y nuevamente gané. Realmente no estaba dispuesto a volver a pasar el
suplicio de que me llamen dos años después, cuando la posesión es un acto
meramente simbólico que tiene que llevar a cabo la Asamblea Nacional. Pero mi denuncia en
aquel momento fue por un incumplimiento de disposición legítima de autoridad competente. Es
decir, hubo hasta una sentencia de la Corte Constitucional y se la estaba incumpliendo. Todos
los abogados constitucionalistas del país no entendían por qué estaba ocurriendo eso.
Entonces, en ese sentido fue mi denuncia y también la usurpación y simulación de funciones
públicas, porque lo que dice la Corte Constitucional ya es última instancia de cumplimiento
inmediato y no hay ni siquiera cómo cuestionarlo. Yo creo que es una institución de las que ha
mantenido una institucionalidad importante que ha puesto orden en el país. Y yo lo único que hice
fue reclamar por mis derechos y gracias a Dios, por segunda ocasión, la justicia llegó, pero
aquí llegó mucho más rápido, no después de dos años, con esta denuncia. Y todo lo demás que se ha ido develando, realmente yo no lo sospechaba ni por aquí.
Usted presentó una denuncia por otro acto, en este caso de incumplimiento de la
orden dada por autoridad competente y termina todo en un esquema de asociación ilícita.
Ese tema es una infracción superior, mucho más grave a la que yo estaba denunciando y ya
por oficio la Fiscalía lo está llevando a cabo. La Fiscalía tendrá que hacer lo que corresponda
en ese sentido. Pero en este momento estamos sentados trabajando y ya alcanzando
rápidamente en la Superintendencia muchos objetivos y temas que podrían haber ya empezado a
atender en diciembre del 2022. Hemos perdido tiempo.
Ahora que usted ve el botín que significa la Superintendencia de Bancos, un botín político, y usted estaba en medio, la pregunta que le quiero hacer es: ellos tenían su candidato, ellos representaban a alguien, en este caso el otro aspirante a ocupar esta dignidad era usted. ¿Usted también tenía otro bando y respaldo político de otro lado?
Sabe que al enterarme de todos estos temas, dentro de mi fuero interior, me da mucha tristeza, ni
siquiera me da rabia, me da una tristeza profunda, porque realmente parece ser que los
políticos no han aprendido nada, a pesar de todos los contingentes históricos que hemos tenido
que superar como país. Yo creo que la institucionalidad en Ecuador tiene que respetarse y
fortalecerse, empezando por Consejo de Participación Ciudadana, que tiene que ser una
institución apolítica. O sea, lo dice la constitución, no lo digo yo. Y se están develando que
había intereses de carácter político. Es por eso que el TCE, el Tribunal Continencioso
Electoral, tomó las medidas que tuvo que tomar, evidenciando que no había ese apoliticismo
que debería existir. Y bajo esos principios de independencia y autonomía, el que puede tener la
Superintendencia de Bancos, justamente tiene como gran base el ser verdaderamente
autónomo, tanto administrativamente hablando como financieramente hablando, para que el
argot político no influya en las tomas de decisiones y que incluso estemos blindados de
intereses particulares. Es decir, yo puedo hablar con cualquier persona, con cualquier
ciudadano, pero mi trabajo es proteger al usuario del sector financiero nacional. Me debo a
los usuarios, me debo a proteger esos recursos que de manera lícita ganan los ecuatorianos y
depositan en las instituciones financieras y los ciudadanos confían en que la institución financiera
va a cuidar esos recursos y administrarlos profesionalmente. Y por otro lado, esta es la a otra cara de la misma moneda, los créditos que entregan las instituciones financieras, administrando ese ahorro. Entonces, ese debe ser mi objetivo. Por otro lado, creo que he demostrado que lo único que ha sustentado mi participación es, primero, mi vocación de servicio y segundo, mi verdadera independencia. Es por eso que yo no salgo en ninguno de esos mensajes o chats o propuestas de ofrecimientos o intercambio de favores o puestos, etcétera, porque saben que mi respuesta va a ser: Déjeme mi autonomía para poder hacer bien el trabajo. Por eso nunca nadie se ha atrevido.
¿No tiene un padrino político?
No tengo ningún padrino político. Yo creo que mi mejor carta de presentación es mi trabajo y mi
reputación histórica. A mí sí me interesa mucho y valoro mucho mi reputación, mi honestidad,
mi transparencia, porque eso abre muchísimas puertas. No tengo un objetivo político a futuro ni
nada. Yo creo que el día de hoy tengo que hacer mi trabajo mejor que ayer y así
sucesivamente buscando la excelencia y en el futuro alguien lo sabrá ver en el buen sentido de
la palabra para seguir construyendo un mejor país.
El correísmo lo señala a usted de ser apadrinado de Guillermo Lasso, primero, y ahora
apadrinado de Daniel Noboa también. ¿Qué les responde usted?
Yo puedo trabajar con cualquier persona que quiera construir un país mejor. Ese tema de los
mensajes que han comentado, la verdad es que me parecen demasiado… Ni siquiera merece
que yo los rebata públicamente, nada por el estilo.
Vimos que el correísmo pidió cuatro cargos esenciales dentro de la Superintendencia a quien ellos querían poner como máxima autoridad del control bancario. ¿A usted no le hicieron pedidos de ese tipo?
A mi edad es imposible que me hagan ese tipo de pedidos y los cargos son efímeros, pero las trayectorias son permanentes. Lo importante es poder salir de los cargos con la cara limpia y la frente en alto.
Si bien lleva poco tiempo al frente de la Superintendencia de Bancos, ¿cuál es su visión de lo que
tanto se está hablando en el país, sobre el lavado de activos, especialmente en la banca?
No tenemos que ver a la banca como si fuera el malo de la película. Y no podemos olvidar que la propia banca ha invertido ingentes recursos para poner barreras a este esquema de delitos en los servicios financieros. En la banca han comenzado a trabajar en este tema desde hace muchos años atrás, incluso desde antes de que exista la ley. Y en esto no está solo involucrada la Superintendencia de Bancos, también está la Superintendencia de Compañías, también está la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria que supervisa las cooperativas, existen muchos esquemas en el tema de la batalla de activos, pero hay que decir que un bloque de oro, no muy grande, puede costar millones de millones de dólares, entonces es más fácil llevarse millones en el bloque de oro, que llevarse montañas de fajos de dinero. Tenemos que comentar que el tema de la batalla de activos también sirve en el índice del riesgo país, entonces todos tenemos la conciencia de que el riesgo país dentro de sus componentes está el tema de la batalla de activos, y tenemos que luchar para que en ese componente, el riesgo país disminuya.
¿Y cuál la situación actual en el país sobre el riesgo de lavado en la banca?
en todos los sectores financieros de cualquier país, el riesgo es alto, pero el riesgo no desaparece, el riesgo se lo administra, y yo creo que hoy en día estamos ya trabajando y vamos a trabajar en muchas cosas más que nos van a impedir que ese riesgo se materialice. Riesgo siempre habrá. El
riesgo de cruzar la calle todos los días es que me puede atropellar un vehículo, pero no por eso
voy a dejar de cruzar la calle. Lo que hago es administrar el cerebro, viendo para los dos
lados, cruzando cuando no haya vehículos, es exactamente el riesgo que existe en la banca,
porque existen grupos potenciales que tienen interés de cometer un ilícito y a veces atacan con más energía, a veces atacan con menos energía, pero siempre atacan, entonces tenemos que administrar el riesgo de esos ataques para sostener a una banca sana que no se contamine con el lavado. En concreto, en este corto tiempo hemos intervenido en quince instituciones no autorizadas a captar dineros del público.

¿Y hay alguna base en las acusaciones que se hacen directamente al Banco Guayaquil del expresidente
Guillermo Lasso, con acusaciones de que ahí se lava dinero de la mafia albanesa?
Cualquier persona puede decir cualquier cosa, pero al momento que se le pide que presente pruebas para presentarlas ante la Fiscalía, estas personas no vuelven a aparecer y no presentan nada. Entonces, lanzar acusaciones sin fundamento, tratando de destruir la reputación del sector financiero, también es un delito.