Será coincidencia o no, pero desde mediados de diciembre, La Historia buscó la versión de algún representante de la Agencia de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria, para tratar el tema de la calidad de la leche que se vende en el país. Y si algunas marcas están o no utilizando suero de leche para su comercialización. También se intentó con una autoridad del Ministerio de Salud, que es el ente rector de ARCSA. Las respuestas fueron para pedir tiempo, el mismo que fue aprovechado para que desde el 21 de diciembre comiencen a darse operativos de control en tiendas y supermercados que comercializan lácteos por todo el país.
El boletín informaba lo siguiente: «Entre los días 21 y 22 de diciembre del presente año se desarrolló un operativo coordinado por la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) en todo el territorio ecuatoriano, con el objetivo de verificar la correcta aplicación de la normativa sanitaria en establecimientos que comercializan productos lácteos.
En la acción, que abarcó más de 150 locales en 25 ciudades, se revisó que apliquen las buenas prácticas de higiene en la manipulación de alimentos durante todas sus etapas de almacenamiento y distribución, así como el correcto etiquetado que incluya notificación sanitaria, fechas de elaboración y caducidad, número de lote y otros parámetros obligatorios como el mantenimiento de la cadena de frío.
El operativo permitió detectar un local comercial en Samborondón que presentaba deficientes condiciones higiénicas en el almacenamiento de alimentos, por lo que fue clausurado por la institución, de acuerdo con la Ley Orgánica de Salud en su artículo 146, literal e, que menciona: “En materia de alimentos se prohíbe: el proceso y manipulación en condiciones no higiénicas”.
En general no se observaron otras irregularidades sanitarias durante el operativo, pero se dejaron recomendaciones a los propietarios de varios locales para que mantengan la adecuada limpieza de los espacios donde ubican los productos y cuiden la cadena de frío para precautelar la calidad de los lácteos».
Que no encontraron más irregularidades, concluyó ARCSA.
Conclusiones muy diferentes encontraron los técnicos de la oficina de Agrocalidad, dependiente del Ministerio de Agricultura. Su Director Ejecutivo Wilson Almeida, remitió el pasado 24 de noviembre un oficio dirigido al Ministro de Salud José Ruales, para entregarle los resultados del operativo Agrocalidad-Arcsa, en el marco del convenio de cooperación interinstitucional para los productos de la cadena láctea.
«Dado que se han identificado algunos casos de presunción de procesos que involucran falta de integridad en actividades productivas, con el caso concreto de monitoreos positivos de alteración de productos lácteos, en cumplimiento de los convenios antes mencionados, se realizó un operativo de manera conjunta entre Agencias, MAG y otros actores, en leche entera, pasteurizada o leche UHT, para determinar la presencia de suero en las muestras tomadas».
En conclusión, se le pide al Ministro Ruales que tome las acciones necesarias, según las herramientas normativas vigentes y los convenios firmados.
De parte del Ministerio de Salud no ha habido una respuesta oficial a este pedido.
Ni tampoco respuestas concretas a los pedidos de entrevista que se hicieron para tocar el tema.
«Hay un problema serio de adulteración de la leche con suero de muy mala calidad y el contrabando desde Colombia. El otro tema es el incumplimiento de las industrias al pago del precio mínimo de la leche, con excepción de un par que son serias. El tercer tema que se debe tomar en cuenta es la supervivencia del Programa de Alimentación Escolar», enumera Francisco Chiriboga, presidente de la Cámara de Agricultura.
Chiriboga participó de los operativos para el control de calidad de la leche, como uno de los solicitantes. «El informe es claro. Hay adulteración de la leche, pero hasta ahí llegó todo porque no hay respuesta por parte del ARCSA, allí duermen el sueño de los inocentes. Se nota que hay algo que está entorpeciendo este proceso. Y al decir «hay algo» quiero ser enfático en que hay mano negra, directamente. Estamos tratando de buscar los mecanismos, vía Asamblea, vía Superintendencia de Control del Mercado, para obligarles a que cumplan con su trabajo las diferentes instituciones», indica Chiriboga.
«No podemos creer que el propio Ministerio de Salud, que es el ente regulador de ARCSA, no ponga orden en su casa y deje a una institución como ARCSA a la deriva, sin que ejerza las funciones que tiene que cumplir, esto es, proteger al consumidor final».
¿Cuál es el perjuicio que tiene el consumidor con la adulteración?
«Primero, está siendo engañado. Le están diciendo que le venden leche, cuando en realidad es leche adulterada. Y no solo engañan al decir que venden leche pura sino que hay un daño a la salud, hay un riesgo muy alto de que la salud de las personas se afecte al consumir productos adulterados», responde Chiriboga.
Sobre los operativos realizados en las últimas horas por ARCSA, el dirigente ganadero Rodrigo Gómez de la Torre, expresó que dichos operativos «no se conocen oficialmente los resultados. Es importante que ARCSA informe al consumidor los mismos, con el afán de que puedan conocer las marcas que de mejor manera cumplen la normativa. Para cualquier incumplimiento, se debe sancionar como determina la ley».
Los políticos comenzaron a meter sus narices. La candidata a prefecta de Pichincha, Andrea Hidalgo, abordó el tema de la leche, pero desde el punto de vista del pago del precio mínimo por litro y acusó directamente al presidente Guillermo Lasso: «El desayuno escolar está en riesgo, por su culpa Presidente y su falta de decisión. Su ministra no ha ampliado el presupuesto en un contrato que empezó en 80 centavos por litro de leche. Hoy está en 95 centavos. ¿Qué significa? ¿Que menos niños van a ser beneficiarios? ¿O que usted va a pagar menos al pequeño productor? La leche es la principal fuente de ingreso de los pequeños productores», reclamó.
El Ministerio de Salud tiene mucho que decir. Y el ofrecimiento es que se pronunciará muy pronto, cosa que hasta el cierre de esta edición, no ocurrió.