Por: Dr. Leonardo Oña Serrano
En un adulto el número aproximado de pelos (vellos , cejas, pestañas, barba y cabellos) es de
unos cinco millones, repartiéndose en forma desigual a lo largo del cuerpo. En la cabeza hay
alrededor de un millón, encontrándose entre 100000 y 150000 en el cuero cabelludo.
La cifra es variable, pero, por lo general, el cuero cabelludo alberga unos 150.000 pelos.
Al nacer tenemos una media de 1.135 folículos pilosos por centímetro cuadrado. Una cifra que
va disminuyendo progresivamente con la edad hasta desplomarse a partir de los 80 años, con
unos 435 folículos/ cm². Esta disminución de densidad, lógicamente, afecta también al cuero
cabelludo, donde la concentración es mayor y, por lo tanto, más visible la pérdida. Asimismo,
también influye el sexo: por lo general, las mujeres tienen más cabello en la cabeza que los
hombres, los hombres mayor cantidad y densidad de vello corporal.
Pero edad y sexo no son los únicos factores determinantes para la cantidad de pelo. Esta también
varía según el color de la cabellera. Respecto al número total de cabellos que hay en la cabeza cabe destacar que varía según el color del cabello. Un dato muy curioso es que los pelirrojos tienen alrededor de 90.000 , mientras
que las personas con el cabello negro tienen alrededor de 105.000 y las personas rubias podrían
llegar a tener hasta 140.000. La media es de 250 cabellos por centímetro cuadrado.
Un cabello crece aproximadamente 0,5 milímetros cada día, lo que equivale a 1,5 centímetros al
mes y a 18 centímetros al año. El del cuero cabelludo crece una media de 1 milímetro
cada 3 días.
Un adulto normal pierde entre 50 y 90 cabellos diarios, siendo de entre 2 y 6 años la vida media
de un cabello. El cabello puede renovar sus raíces hasta 25 ciclos.
En la cabeza de una persona adulta puede llegar a haber más de 4 millones de folículos pilosos
Este número alcanza su máximo a los 20 años, luego empieza a descender. El número de folículos
pilosos en un adulto de 30 años es de más de 450 por centímetro cuadrado.
El peso máximo que puede soportar un cabello sano son aproximadamente 100 gramos,
mientras que un cabello con problemas y quebradizo soportaría alrededor de 30 gramos de peso
antes de quebrarse.
Si se juntaran todos los cabellos y se suspendieran de un peso, juntos podrían soportar más de
7 toneladas. El cabello más largo del que se tiene constancia medía 125 centímetros, siendo la
media de 60 centímetros.
Si se colocaran todos los cabellos de una persona uno detrás de otro, se cubriría una distancia
aproximada de 20 kilómetros.
¿QUÉ ES LA ALOPECIA O PÈRDIDA DE CABELLO?
La Alopecia es la pérdida anormal del cabello y/o del pelo de las pestañas, axilas, genitales y
barba. Es conocida también con el nombre de calvicie y afecta al 12% de la población mundial.
En general, la calvicie ocurre cuando el folículo piloso se encoge con el tiempo, produciendo
cabello más corto y más delgado. Finalmente, el folículo no forma un nuevo cabello. Sin embargo,
los folículos permanecen vivos, lo cual sugiere que es posible lograr que crezca un nuevo cabello.
La alopecia o calvicie se puede clasificar en dos grupos: las alopecias cicatriciales, con destrucción
del folículo piloso y por lo tanto IRREVERSIBLE, y las formas no cicatriciales, que son
potencialmente reversibles.
Alopecias no cicatriciales
Alopecia androgénica: La forma más frecuente es la alopecia androgénica, también llamada
androgénica o calvicie común, que es responsable del 95% de los casos de calvicie,, afecta
principalmente a los hombres y en menor porcentaje a las mujeres.
Existen dos patrones de afectación, el masculino con pérdida de pelo localizada principalmente
en las zonas frontal y parietal que se manifiesta inicialmente por el retraso progresivo de la línea
de implantación anterior del pelo, lo que se conoce habitualmente como entradas, con afectación
más tardía de la región de la coronilla.
En el patrón femenino, la pérdida de cabello es difusa, no se producen zonas de calvicie total y
queda respetada la línea de implantación anterior, es decir no existen entradas.
Alopecia areata: Es un tipo de caída del cabello que ocasiona parches redondos. Los folículos
pilosos no quedan destruidos con esta enfermedad, por lo que el pelo puede volver a crecer, si
bien es cierto que son muy frecuentes las recidivas o recaídas en pacientes que la han sufrido
alguna vez.
Alopecia traumática: Son todas aquellas producidas por traumatismos físicos como tracción,
presión o tricotilomanía.
Alopecia difusa: La alopecia difusa consiste en una pérdida de cabello más o menos intensa,
aguda o crónica, pero reversible y no localizada en una determinada porción del cuero
cabelludo. La pérdida de cabello tiene lugar entre 2 y 4 meses después del factor
desencadenante. Se produce por ejemplo tras el parto, enfermedades graves, procesos febriles,
estrés o pérdidas importantes de peso.
Alopecias cicatriciales:
Este tipo de alopecias suele ser irreversible porque existe un daño, malformación o ruptura total
de la estructura folicular. Se clasifican en infecciosas, por agentes fisicoquímicos, tumorales o por
dermatosis.
SÍNTOMAS DE ALOPECIA O CAÍDA DE CABELLO:
Pérdida y debilitamiento del cabello de forma difusa o en áreas específicas, muchas veces
con prurito y picazón previos.
Un incremento en el número de cabellos que se caen cada día, promedio 100 cabellos
al día.
Cambios en la calidad del cabello, que se hace más fino que antes.
Pérdida de volumen.
Algunas zonas dejan entrever la piel.
Entradas prominentes, especialmente en las sienes, lo que hace que la frente se vea más
amplia.
CAUSAS DE LA PÈRDIDA O ADELGAZAMIENTO DE CABELLO
Existen numerosos factores que pueden predisponer a una pérdida o adelgazamiento del cabello:
Genética: especialmente en los hombres la calvicie puede ser un problema hereditario.
Envejecimiento: la edad conlleva por lo general una pérdida gradual o adelgazamiento
del cabello por múltiples factores: enfermedades, cambios hormonales en la mujer, uso
de determinados medicamentos, mala alimentación, etc.
Estrés: uno de los signos de un estrés excesivo puede ser la caída inusual de pelo.
Infecciones bacterianas o micóticas: este tipo de infecciones pueden causar sequedad
de la piel del cuero cabelludo, descamación y pérdida o adelgazamiento del cabello.
Cambios hormonales: es una de las causas más comunes de alopecia en las mujeres,
especialmente tras la menopausia. Enfermedades como diabetes, hipotiroidismo, lupus,
etc están asociadas a la pérdida de cabello.
El uso de algunos medicamentos: la caída del cabello se asocia habitualmente a la
quimioterapia que se utiliza en el tratamiento del cáncer, aunque una vez finalizado el
pelo vuelve a salir. Sin embargo, existen otros medicamentos que pueden generar el
adelgazamiento del cabello: cortisona, fármacos indicados para el tratamiento de la
hipertensión arterial, anticoagulantes (heparina), reguladores del colesterol
(hipolipemiantes), antidepresivos tricíclicos, etc.
Alimentación deficiente: el adelgazamiento y pérdida del cabello puede ser el primer
signo de una alimentación deficitaria en nutrientes, como la falta de hierro y la ausencia
o escasez de proteínas o determinadas vitaminas.
TRATAMIENTOS PARA EVITAR EL ADELGAZAMIENTO O PÉRDIDA DE
CABELLO:
Tratamientos farmacológicos: en la actualidad hay fármacos específicos para la caída del
cabello en el hombre, como son los inhibidores de la 5-alfa-reductasa, que actúan
reduciendo la presencia de dihidrotestosterona en la sangre, que es la responsable de
que los folículos pilosos se debiliten y se caiga el pelo.
Otros tratamientos orales: hay múltiples complementos nutricionales indicados para
frenar o prevenir la pérdida o adelgazamiento del cabello: biotina, ácido fólico, vitamina
B12, cisterna, zinc, levadura de cerveza. ácido linoleico, ácido graso Omega-6, etc.
Tratamientos tópicos: hay algunos tratamientos de uso tópico que permiten fortalecer
el cabello y evitar la caída, pero no reponer el que se ha perdido. El más conocido es el
minoxidil, que actúa como vasodilatador y por tanto estimula la raíz del cabello y el
crecimiento del mismo. Es un tratamiento de larga duración y su efecto desaparece
cuando se deja de usar.
Recientemente se han formulado algunos serum específicos para la pérdida o
adelgazamiento del cabello, especialmente en mujeres, que contienen un factor de
crecimiento epidérmico de origen vegetal que emula a una proteína del cuerpo humano
que participa en el control del desarrollo celular y que parece ser que favorecen la
formación de nuevo cabello en los folículos que lo han perdido.
Tónicos capilares que contienen los nutrientes antes mencionados, aunque no se
dispone de estudios que demuestren su eficacia. Algunos sí parecen estimular el
crecimiento del cabello.
Productos capilares con CANNABIS : Gracias a sus propiedades, el CBD
podría representar una buena alternativa terapéutica ante los
síntomas directos e indirectos de la Alopecia; favorece los mecanismos
de proliferación de los folículos pilosos, ayuda a regular los niveles de y el
equilibrio del Sistema Endocannabinoide, favorece los síntomas relacionados
con el exceso de estrés y la ansiedad modula el Sistema Inmunológico y
ayuda a regular los procesos inflamatorios
Medicina regenerativa: en la actualidad los dermatólogos empiezan a utilizar lo que
denominan PRP (plasma rico en plaquetas).
Otras técnicas: hay otras técnicas que se aplican para la regeneración del cabello, como
son la ozonoterapia, la mesoterapia o el láser de baja frecuencia.
Implante de pelo: es una técnica que se ha mejorado notablemente en los últimos años.
Se toman los folículos de la parte trasera de la cabeza, que nunca se pierden, y se
trasplantan uno a uno en las zonas donde se ha perdido el cabello. Es una solución
definitiva.