José Luis es un vecino del poder, cosa que parece no importarle demasiado. Cumple todos los días, desde hace muchos meses, el mismo recorrido por la calle Chile, pasa por la Venezuela, camina la Plaza Grande, cruza la García Moreno y a veces llega hasta la Benalcázar. Parece que nadie reparara en él, en sus pasos sin sincronizar y su mirada perdida. Pero hay gente que lo conoce, que sabe muy bien su rutina. José Luis es un muchacho enfermo. Tiene ataques epilépticos.
Cooperativa Mélida Toral: zona de ‘guerra’
Más allá de la destrucción que dejó el operativo anti invasiones del gobierno, el panorama era desolador por los rostros descompuestos de niños y mujeres, que se refugiaban de la lluvia debajo de plásticos, cartones y endebles estructuras improvisadas.