Marina tenía un problema con el mundo. Para su gusto, a la humanidad le estaba faltando dosis inmensas de amabilidad. Por esa causa, decidió unirse a la cadena de favores en redes sociales -Pay It forward-, como en la famosa película protagonizada por Kevin Spacey y Haley Joel Osment, para ir articulando complicidades de generosidad y buena onda.